fundación de la la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de Aguascalientes.

Como resultado de los constantes enfrentamientos que se libraron entre los conquistadores españoles y los grupos chichimecas del norte, las autoridades virreinales se vieron en la necesidad de establecer refugios o bastiones que ofrecieran el tránsito seguro de las personas y de los preciados metales auríferos, entre la recién fundada ciudad de Zacatecas y la capital del reino de la Nueva España; nacieron así, numerosas ciudades como la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de Aguascalientes, la cual debe su nombre a la gran cantidad de nacimientos de aguas termales que existían en la región.
Como la mayoría de las ciudades fundadas en su tiempo, Aguascalientes compartió el auge de la tradición minera, por ello, el centro de la ciudad, cuenta con numerosos edificios trabajados en cantera, entre los que destaca el edificio de Gobierno, cuyos patios y pasillos, hacen de él, un verdadero palacio, decorado además con los murales del artista Osvaldo Barra Cuningham; y las singulares construcciones del Templo de San Antonio, de cantera amarilla y el Palacio Legislativo, así como el Templo del Señor del Encino y el Museo Regional.
Para el visitante, Aguascalientes es todavía una de aquellas ciudades que trazaron sus calles con el paso de las carretas y los caballos, y aún parecen resonar en ellas, las herraduras de los caballos que chocan con los empedrados, los sonidos de las espuelas y el taconeo de las mujeres. Una vez y después de haber deambulado por esas calles enmarcadas por casas de altos portones, grandes patios y espectaculares balcones, el visitante de la ciudad puede dirigirse al centro o bien acudir al jardín San Marcos, en donde un balaustrado neoclásico sirve como marco para la celebración de la famosa Feria de San Marcos, la más popular fiesta de la región, la cual es conocida en todo México y más allá de sus fronteras.
En ella, se manifiestan durante el día, las diversas costumbres y tradiciones mexicanas, mientras que por la noche, las verbenas populares dan vida a la fiesta entre platillos típicos y dulces tradicionales, carreras de caballos y la música de los mariachis, los jaripeos y las peleas de gallos en los palenques, los juegos de azar, y por supuesto, los emotivos concursos donde las hermosas mujeres hidrocálidas y sus acompañantes, lucen con alegría, los trajes regionales del estado de Aguascalientes.